MISIÓN DE OBSERVACIÓN ELECTORAL
ELECCIONES GENERALES REPÚBLICA DEL PERÚ
AÑO 2000
BOLETÍN N°12

----------

Habiendo tomado conocimiento de la Resolución del Jurado Nacional de Elecciones, N° 732-2000-JNE, emitida el día de hoy, mediante la cual resuelve, entre otras materias, declarar no ha lugar a las solicitudes de postergación de fecha de la segunda vuelta de la elección presidencial; la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA), declara lo siguiente:

1.  La MOE/OEA reducirá sus labores a la preparación, in situ, del Informe Final del proceso electoral en curso, a fin de remitírselo  al Secretario General de la OEA. Con tal objeto  mantendrá un núcleo básico en Lima, pero no realizará observación de terreno. Esta decisión obedece al convencimiento de la MOE/OEA de que las características y circunstancias del proceso electoral en curso, con un solo contendor, no sustentan un procedimiento de sufragio que representará la auténtica voluntad popular.  En opinión de la MOE/OEA, el ejercicio de segunda vuelta convocado para el 28 de mayo, no logró remontar las insuficiencias, irregularidades, inconsistencias e inequidades, que la Misión fue señalando a lo largo de su observación.

2.  Como es de conocimiento público, la MOE/OEA a partir de su instalación en el país el pasado 3 de marzo, en respuesta a una invitación del Gobierno del Perú, ha emitido boletines informativos y de carácter técnico en los cuales ha consignado rigurosamente los alcances de su observación de los comicios generales y propuesto soluciones, que de haber contado con la voluntad política y la capacidad gerencial en materia electoral, le habrían evitado al pueblo peruano la incierta y difícil coyuntura política en que hoy se encuentra.

3.  En consecuencia, el balance de la observación de la MOE/OEA arroja grandes déficits heredados de la primera vuelta de estos comicios generales, los que comprometen la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Como oportunamente la MOE/OEA señaló, estos están relacionados con los temas de logística electoral (por los problemas, demoras y silencios no explicados, ocurridos durante la primera vuelta de las elecciones); sistema de cómputo electoral (por las inestabilidades y problemas que muestra el voto preferencial al Congreso, los cuales no han sido explicados de manera convincente por parte de la ONPE y por el desconocimiento del nuevo programa de cómputo, entregado apenas la noche de ayer a la Misión); ausencia de capacitación de los miembros de las mesas de sufragio observada en la primera vuelta y que mantiene su déficit en este momento; acceso equitativo de las candidaturas en contienda a los medios de comunicación social; utilización de recursos públicos con fines proselitistas; investigaciones de los casos denunciados a las autoridades electorales y judiciales que comprometen la credibilidad del ente electoral a cargo de las elecciones, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), y del Jurado Nacional de Elecciones como ente fiscalizador del mismo.

4.  La MOE/OEA lamenta, igualmente, la forma en que se planteó esta contienda electoral, que privó al pueblo peruano de la posibilidad de contar con una oferta plural sobre propuestas de gobierno, transformando el debate en una verdadera "guerra sucia".

5.  Igualmente, preocupa a la MOE/OEA que a esta fecha del calendario electoral, no se haya producido la proclamación de los resultados definitivos de la elección del Congreso de la República, y la opinión pública desconozca el estado de las impugnaciones presentadas ante el Jurado Nacional de Elecciones, tema sobre el cual la MOE/OEA se ha reiterado.

6.  En consideración al cuadro de situación anteriormente planteado, compartido con otras entidades de observación internacional y nacional, y por importantes organizaciones y sectores de la sociedad peruana, la MOE/OEA  insistió hasta último momento en la necesidad que las fuerzas políticas contendientes y las autoridades electorales, buscaran  conjuntamente la vía político-jurídica que favoreciera la flexibilidad del calendario de forma que permitiera posponer la fecha de la elección. Se buscaba un mayor plazo que permitiera desarrollar a plenitud los esfuerzos para corregir los problemas encontrados en la primera vuelta tan cuestionada, para mejorar las condiciones de la segunda y lograr mejores fundamentos de confianza en sus resultados.  Un mayor plazo que, en términos inmediatos, permitiera confirmar que el resultado del simulacro de cómputo celebrado el día de ayer por parte de la ONPE, no constituía un hecho aislado, sino que, al menos en materia propiamente electoral, constituía una base a partir de la cual se podrían impulsar y concretar mejoras a las deficiencias de organización electoral observadas a lo largo de todo el proceso.

7.  La MOE/OEA tuvo conocimiento que en las últimas 48 horas se realizaron intensas gestiones en torno a la posibilidad de lograr una ampliación del plazo que, sin violentar el orden constitucional, pudiera facilitarle al proceso el tiempo mínimo necesario para procurar algunas mejoras sustantivas en lo que compete la organización electoral, lo que da sentido a los boletines especiales de la MOE/OEA, expedidos esta semana.  Igualmente se tuvo conocimiento de la buena fe con que diversas instancias intentaron contribuir, a muy alto nivel,  a ese esfuerzo facilitador.  La MOE/OEA se lamenta que el mismo haya fracasado en un momento tan crítico.

8.  La MOE/OEA, desde su observación, no pudo identificar y comprobar cambios sustantivos que permitieran remontar y superar los problemas de la primera vuelta, en todos los temas apuntados en sus sucesivos boletines. En consecuencia, la MOE/OEA recoge en su balance general del proceso la persistencia de un cuadro de insuficiencias, irregularidades, inconsistencias e inequidades en esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales.  Ello conduce a considerar el proceso electoral en su conjunto como irregular.

9.  Encontrándonos a las puertas de la celebración de la segunda vuelta de la elección presidencial, la MOE/OEA mantiene su balance difundido en su Boletín N° 11, expedido el pasado 18 de mayo, y confirma por tanto, que, de acuerdo a los estándares internacionales, el proceso electoral peruano está lejos de ser considerado como libre y justo. Una elección es considerada "libre" si los ciudadanos pueden ejercer su derecho a la participación al voto sin temor a injerencias o represalias. Tal elección es además "justa", si la totalidad de los partidos y candidatos pueden participar de la contienda y difundir en igualdad de condiciones, sus ideas y plataformas.
 

Lima, 25 de mayo de 2000.
 

Volver