Los Archivos de Neurobiología se inician con una nota de la Dirección que dice en su primer párrafo: "Los estudios neurológicos y psiquiátricos han experimentado en España un reciente progreso, debido a la actividad científica de una juventud estudiosa, formada en su mayor parte al lado de los maestros Cajal y Simarro y en las clínicas y laboratorios de las universidades nacionales más avanzadas científicamente". Con ella "nace la psiquiatría española como especialidad médica"(1). Los Archivos se publicaron sin interrupción hasta 1936; la guerra civil impone un paréntesis que se cierra en 1954, que por el empeño de Gonzalo R. Lafora reaparece en su segunda etapa, entonces por él dirigida y se mantiene hasta su muerte en 1971. Una tercera etapa está marcada por un nuevo grupo que reactiva el proyecto inicial y la filosofía de la revista, y que pone en marcha la edición, con el respaldo de una Fundación que garantice su continuidad. Archivos es hoy una revista psiquiátrica y de "discilinas afines".

La evocación de la revista española es un obligado exordio para enmarcar la aparición y desarrollo de la neuro-psiquiatría peruana, a propósito del sexagésimo aniversario de la publicación de nuestra Revista de Neuro-Psiquiatría. La psiquiatría y la neurología peruanas, con pocos pero honrosos precedentes, nacen formalmente en 1918, con la aparición de la Revista de Psiquiatría y Disciplinas Conexas (1918-1925), fundada y dirigida por Hermilio Valdizán y Honorio Delgado, la puesta en marcha del Asilo Colonia de La Magdalena (Hospital "Víctor Larco Herrera" desde 1930) y, un año antes, el funcionamiento efectivo de la Cátedra de Enfermedades Mentales y del Sistema Nervioso, a cargo de Hermilio Valdizán. También en el Perú, como en España, "el tránsito del alienismo decimonónico a la neuropsiquiatría" (2) fue rápido. Los alienistas del Manicomio del Cercado (1855-1918) pasaron al Asilo Colonia de La Magdalena, confundiéndose y hermanándose con los psiquiatras de formación sistémica: Hermilio Valdizán, de formación europea, quien trabajara próximo al eminente Sante de Sanctis, en Roma, con énfasis en la psiquiatría infantil; y Honorio Delgado, autodidacta, también de formación europea, principalmente germana.

Una nueva etapa de la neuro-psiquiatría peruana se marca también por hechos análogos, significativos: por la aparición de la Revista de Neuro-Psiquiatría, en el mismo año en que se funda la Sociedad Peruana de Neuro-Psiquiatría (1938), se crea la Cátedra autónoma de Neurología (1937), y la reforma del Asilo de Incurables en Hospital Neurológico Santo Toribio de Mogrovejo, Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas "Oscar Trelles Montes" desde 1990 (3). Asimismo, Lima fue escenario de las Segundas Jornadas Neuro-Psiquiátricas Panamericanas (20-25 de marzo de 1939), donde se cumplió un excelente programa científico dividido en tres secciones: Neurología, Psiquiatría y Medicina Legal.

La psiquiatría peruana, en acatamiento de un proyecto largamente reclamado, logró habilitar y poner en marcha el Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi", moderna estructura bien equipada y con personal profesional calificado, destinado a recuperar para el país el liderazgo de la medicina psicológica que detentó por tantos años.

Cercano ya el término del segundo milenio, La Revista de Neuro-Psiquiatría, con sus cuadros renovados de redactores, oxigenados, contenidos siempre actualizados, en tiempos de rápidos cambios, con el afán permanente de entregar a su amplia lectoría -que la sigue fielmente, sobretodo en los países de habla hispánica-, la información útil, la producción científica original nacional e internacional y todo lo relacionado con las ciencias del hombre, que hoy como nunca justifican el término "neuro-psiquiatría", que hemos mantenido por su vigencia, y como una muestra más de respeto a la memoria de sus fundadores, los Profesores Honorio Delgado (1892-1969) y Julio Oscar Trelles (1904-1990), las figuras más destacadas de la Psiquiatría y de la Neurología peruanas del siglo XX.